jueves, mayo 20, 2010

Funcionarios públicos y sueldos congelados

Gustavo Vidal Manzanares
En 1956, Dolores Medio escribió “Funcionario público”, novela desgarrada donde se narran las penurias de Pablo Marín, funcionario atado a un sueldo mísero que malvivía en un cuartucho junto a su mujer.
Tras las décadas siguientes de desarrollo, la figura del empleado público casi indigente, trasunto del cesante de novelón galdosiano, fue poco a poco hundiéndose en el olvido.
Pero en los últimos días, la cloaca política y mediática neoliberal ha babeado de placer ante los ecos de una posible congelación salarial a los funcionarios. Sin embargo, nada sería más injusto que pasar la factura de la crisis a este colectivo.
Así, en los momentos de hervor económico y ladrillazo, un encofrador podía duplicar el sueldo de un Técnico Superior de la Administración, y para conseguir que un albañil viniera a casa había, poco menos, que apuntarse en una lista de espera y cruzar los
dedos.
Mientras los funcionarios perdían poder adquisitivo y realizaban malabarismos contables con el sueldo, miles de paletos de eructo, puti club y caspa montaban una constructora y juntaban billetes de quinientos euros como cromos. Legiones de jóvenes abandonaban los estudios y dejaban sus libros escolares criando polvo mientras se pavoneaban en coches refulgentes… ¿los funcionarios? Unos “pringaos, hombre, unos “pringaos”… ¿para qué estudiar?, ¿para qué invertir?, ¿para qué innovar?...
“España va bien”.
Y mientras tantos celebraban sus ganancias entre cubatas, risas, rayas de coca y “Españava bien”, miles de hombres y mujeres habían inmolado sus mejores años junto a una tazade café cargado, un flexo y un temario de oposiciones. Con los codos clavados en una mesa, viendo la vida desfilar a través del claroscuro de un ventanal, a la espera del momento crucial y temible de los exámenes.
Pues bien, ahora resulta que, según los neoliberales, los efectos de aquellos excesos han de pagarlos los “privilegiados funcionarios”, precisamente el colectivo que apenas se benefició del auge económico y que, por supuesto, no provocó la crisis.
Según ese planteamiento no pidamos cuenta a las entidades bancarias que prestaron dinero sin las debidas garantías. No pensemos que las ganancias obscenas de la especulación acabaron en paraísos fiscales. No indaguemos en ayuntamientos y comunidades que dilapidaron millones encargando obras absurdas que enriquecieron a empresarios. No, no… todo esto que lo paguen los funcionarios.
Sí, los funcionarios, aquellos “pringaos” durante los años del falso esplendor económico.
Sí, el juez que sacrificó como poco cinco años en una oposición terrorífica (aparte de los cinco de carrera) para ganar menos que muchos fontaneros. Sí, los miles de opositores que hubieron de recurrir al Lexatín, el policía que se juega la vida por mil quinientos euros mensuales, el auxiliar que no gana más de novecientos… ¡resulta que estos han de pagar la crisis y son unos “privilegiados”!
Autor: Gustavo Vidal Manzanares (jurista y escritor)

sábado, enero 16, 2010

Google obliga a China a definir su postura sobre la censura en Internet

"Internet en China es abierta y el Gobierno anima al desarrollo y la aplicación de la red", declaró la portavoz de la Cancillería china tras la amenaza del buscador de abandonar el país.
La amenaza de Google de abandonar sus actividades en China si no se suaviza la censura ha puesto en un brete al régimen chino, que todavía mantiene un férreo control de los contenidos a pesar del malestar creciente de los internautas chinos.
"Quiero poner énfasis en que Internet en China es abierta y que el Gobierno anima al desarrollo y la aplicación de la red y hace esfuerzos para la creación de un ambiente favorecedor para ello", declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Jiang Yu, que se dedicó a tirar pelotas fuera cuando le preguntaron por el órdago gigante estadounidense.
"También quiero hacer hincapié en que China da la bienvenida a las compañías internacionales de Internet que quieran hacer negocios en China de acuerdo con la ley", respondió.
La ley china es la misma con la que Google aterrizó el año 2000 en el gigante asiático, aunque no fue hasta 2005 cuando recibió la licencia para abrir Google.cn, la versión local que ahora amenaza con cerrar.
La aprobación de Pekín llegó precisamente después de que el gigante estadounidense, dominador mundial de los buscadores, pusiese sus ojos en China, el mayor mercado potencial del mundo hace casi una década.
Con la ambición de llegar a los más de 360 millones de internautas que navegan oficialmente desde China, la compañía californiana se plegó a las órdenes de Pekín de limitar los enlaces a temas considerados "delicados", entre los que se incluyen derechos humanos, disidencia, Tíbet, Xinjiang y los sucesos de la plaza de Tiananmen en 1989.
Esta limitación en los buscadores, que también aplican los motores locales como Baidu (con más de un 60 por ciento de cuota de mercado en China), es una de la herramientas principales de la "Gran Muralla" de Internet, un complejo sistema de control en vivo de Internet desarrollado por el régimen chino.
Según Reporteros Sin Fronteras (RSF), una de las organizaciones más beligerantes con las prácticas censoras chinas, sólo en 2009 la campaña de protección de contenidos terminó con más de 5.000 personas arrestadas y el bloqueo de casi 10.000 páginas web.
"Sólo podemos dar la bienvenida al coraje de los ejecutivos de Google. Por fin una compañía de Internet extranjera ha aceptado sus responsabilidades para con los internautas chinos y se planta frente a las autoridades", aseguró RSF en un comunicado.
El caso levantó una polvareda generalizada entre los internautas chinos, que se debaten entre el orgullo nacionalista crítico con Google -a quien acusan de ser el mascarón de proa de la influencia estadounidense- a la petición a las autoridades de flexibilizar la postura para evitar el aislamiento del resto del mundo.
"Esto no es Google retirándose de China, es China retirándose del resto del mundo", expone un bloguero anónimo chino, bajo las iniciales CXZJ.
"La decisión (de Google) se debate entre la justicia y el dinero", asegura Liuye Daomei, otra bloguera en el portal chino Hexun, que además advierte de que una hipotética retirada de la firma tecnológica podría ser la mecha para avivar el conflicto entre Washington y Pekín.
Precisamente, el alineamiento de la administración Obama, por boca de su secretaria de Estado, Hillary Clinton, así como la solidaridad de otras empresas como Yahoo! con la firma estadounidense no hacen sino aumentar las suspicacias en el país asiático.
De cualquier modo, los expertos no consideran en absoluto falaz el órdago lanzado por la firma fundada por Larry Page y Sergey Brin a las autoridades chinas.
"Google ha estado en una situación difícil en China desde hace tiempo, traicionando su filosofía y, aunque ha generado beneficios, no han sido tantos como potencialmente podían esperarse", resume Mark Natkin, director de la consultora tecnológica Marbridge Consulting, con sede en Pekín.
Además de los resultados económicos, Google ha visto caer, víctimas del bloqueo, a apuestas suyas como Youtube o el buscador de fotografías Imagesearch.
"No me puedo imaginar un escenario en el que el Gobierno chino rectifique su postura en Internet, pero sí me puedo imaginar uno en el que Google abandone China", concluye Natkin, que apuesta por que el buscador retire el personal local en China -unos 700 empleados- y se limite a mantener la versión internacional de su página.
De momento, la sede de Google en Pekín amaneció con decenas de flores dejadas por los internautas alrededor del logotipo en solidaridad con la petición de levantar la censura, aunque, dependiendo de la decisión gubernamental, también podrían convertirse en un signo de despedida póstuma a las andanzas de la compañía en China.
Fuente: EFE